Trump insinúa apertura a negociaciones que su partido ha rechazado

A medida que el cierre del gobierno de Estados Unidos se acerca a alcanzar una semana, el presidente Donald Trump mostró signos de debilidad, enviando mensajes contradictorios sobre el estado de las negociaciones con los demócratas respecto a su mayor demanda.
Trump, que se había mantenido al margen de las negociaciones, dijo que estaba dispuesto a dialogar con los demócratas sobre los subsidios de salud para poner fin al estancamiento, sugiriendo que esas conversaciones ya habían comenzado.
Esto no les gusta a los autoritarios
El ejercicio del periodismo profesional y crítico es un pilar fundamental de la democracia. Por eso molesta a quienes creen ser los dueños de la verdad.
Cómo los demócratas pueden “ganar” el cierre del gobierno de Estados Unidos
Las declaraciones marcaron un cambio tras días en que los republicanos insistían en que solo considerarían ampliar los subsidios de Obamacare si los demócratas aprobaban primero la financiación del gobierno. El líder demócrata del Senado, Chuck Schumer, respondió que no había negociaciones en curso, pero que “si finalmente está dispuesto a trabajar con los demócratas, estaremos en la mesa”.
Horas más tarde, Trump dio marcha atrás: “Estoy dispuesto a trabajar con los demócratas en sus políticas fallidas de salud, o en cualquier otra cosa, pero primero deben permitir que nuestro gobierno vuelva a funcionar”, escribió en redes sociales.
La aparente disposición del presidente a negociar sugería una presión creciente dentro de la Casa Blanca, ya que los trabajadores federales enfrentan la pérdida de sus salarios y las encuestas indican que los republicanos son más responsabilizados por la expiración de la financiación.
Los legisladores terminaron el lunes sin saber si las declaraciones de Trump representaban un avance real o más bravuconería.
A corto plazo, nada cambió en el Capitolio. El Senado votó por quinta vez un proyecto para mantener el gobierno abierto hasta el 21 de noviembre, y fue rechazado nuevamente.
Los comentarios fueron la primera señal de movimiento tras días de inactividad. Trump había seguido culpando a los demócratas del cierre y amenazado con despedir a miles de trabajadores federales, aunque no precisó cuándo.
El cierre ha paralizado al gobierno, salvo servicios esenciales, ha dejado a cientos de miles de estadounidenses sin sueldo y limitado el acceso a servicios públicos. Los trabajadores federales perderán su salario desde el 10 de octubre y los militares desde el 15 de octubre.
La secretaria de prensa Karoline Leavitt dijo que Trump había estado en contacto con líderes republicanos, pero no tenía conocimiento de acercamientos a los demócratas.
Los republicanos creen que tienen ventaja en la guerra de mensajes y que no hay necesidad de negociar. La postura del partido: el gobierno debe reabrir antes de discutir la atención médica.
Los demócratas afirman que cualquier medida para reabrir el gobierno debe incluir los subsidios de la Ley de Asistencia Asequible, que expiran a finales de 2025, y los recortes a Medicaid del segundo mandato de Trump.
“No hay nada que negociar. La Cámara de Representantes ha hecho su trabajo”, dijo Mike Johnson, presidente republicano.
Expectativa en los mercados ante la reunión de Caputo con Bessent en Washington
John Thune, líder de la mayoría del Senado, dijo que seguirán votando el mismo proyecto hasta que los demócratas cedan. Interpretó que Trump está abierto a negociar “cuando el gobierno esté abierto”, postura alineada con la suya y la de Johnson.
Varios republicanos indicaron que, en futuras negociaciones, buscarían combinar las subvenciones con “reformas” de la ley sanitaria, que podrían incluir límites más estrictos sobre quién tiene derecho a las subvenciones.
Los demócratas pidieron reconsiderar la postura republicana. La senadora Patty Murray publicó que “el único camino a seguir” comienza con Johnson y Thune hablando con los demócratas. Añadió: “Necesitamos un acuerdo que reabra el gobierno y evite que las primas se dupliquen”.
Thune reconoció que su bancada tiene opiniones “contradictorias” sobre Obamacare y que la resolución dependerá de lo que decida la Casa Blanca.
También dijo que duda que los demócratas cedan solo por la promesa de una votación futura. “Quieren un resultado garantizado”, afirmó
GZ
Fuente: www.perfil.com